Los problemas más frecuentes y que mayor número de accidentes causan en las travesías son el exceso de velocidad, los conflictos entre vehículos motorizados y peatones, los conflictos entre vehículos motorizados y bicicletas, los movimientos de giros, la insuficiente visibilidad, especialmente en las intersecciones,…
Para calmar el tráfico, es decir reducir la velocidad de los vehículos motorizados se puede optar, según se considere oportuno, por el estrechamiento de carriles, zig-zag, franjas transversales de alerta, almohadas, pavimento de diferente textura/color, miniglorietas y segregación de flujos.
Las alternativas para solucionar los conflictos entre vehículos motorizados y peatones son la segregación de flujos, los refugios, así como las pasarelas de peatones/pasos bajo nivel y orejas.
La posible solución para los conflictos entre vehículos motorizados y bicicletas es la segregación del tráfico, mediante la implantación de carriles bici.
Para los movimientos de giro conflictivos se plantea la canalización, la semaforización, la instalación de una rotonda o la fórmula más restrictiva, la prohibición del mismo.
El estacionamiento de vehículos en zonas prohibidas, tales como intersecciones y aceras, puede solucionarse con la habilitación de otras zonas de aparcamiento claramente definidas fuera de la vía, así como con un refuerzo de los controles de estacionamiento.
En las zonas de las travesías en las que se detecten problemas de visibilidad durante la noche se puede incorporar señalizaciones de advertencia reflectantes, la instalación de una iluminación adecuada, que además aumente la seguridad de los viandantes o la ubicación de balizamiento, elementos muy útiles para delimitar los bordes de la carretera y puntos singulares.
Para calmar el tráfico, es decir reducir la velocidad de los vehículos motorizados se puede optar, según se considere oportuno, por el estrechamiento de carriles, zig-zag, franjas transversales de alerta, almohadas, pavimento de diferente textura/color, miniglorietas y segregación de flujos.
Las alternativas para solucionar los conflictos entre vehículos motorizados y peatones son la segregación de flujos, los refugios, así como las pasarelas de peatones/pasos bajo nivel y orejas.
La posible solución para los conflictos entre vehículos motorizados y bicicletas es la segregación del tráfico, mediante la implantación de carriles bici.
Para los movimientos de giro conflictivos se plantea la canalización, la semaforización, la instalación de una rotonda o la fórmula más restrictiva, la prohibición del mismo.
El estacionamiento de vehículos en zonas prohibidas, tales como intersecciones y aceras, puede solucionarse con la habilitación de otras zonas de aparcamiento claramente definidas fuera de la vía, así como con un refuerzo de los controles de estacionamiento.
En las zonas de las travesías en las que se detecten problemas de visibilidad durante la noche se puede incorporar señalizaciones de advertencia reflectantes, la instalación de una iluminación adecuada, que además aumente la seguridad de los viandantes o la ubicación de balizamiento, elementos muy útiles para delimitar los bordes de la carretera y puntos singulares.